“Ciudades invisibles” surgió después de leer el libro de Italo Calvino del mismo título. Es un proyecto que refleja mi visión personal de la ciudad moderna. Es una forma de cuestionarme temas existenciales, como la soledad o la felicidad, conceptos como la solidez y la fragilidad, lo efímero y lo eterno, las luces y las sombras...
La piezas muestran una ciudad a ratos estresante, donde los acontecimientos suceden deprisa, de múltiples calles y callejones que se cruzan, que nos plantean diferentes caminos y opciones, que nos obligan a tomar decisiones.
Algunas son intencionadamente planas como si fueran las sombras que proyectan los edificios y, así mismo, el fino grosor del hilo ayuda a dar la sensación de que en cualquier momento se pueden romper. Otras, realizadas con múltiples piezas ensambladas, hablan de una ciudad cambiante, siempre en movimiento, de arquitecturas temporales. El hecho de arriesgar o desafiar la solidez y la permanencia de las construcciones, igual que ocurre en la realidad, era uno de los objetivos.
La piezas muestran una ciudad a ratos estresante, donde los acontecimientos suceden deprisa, de múltiples calles y callejones que se cruzan, que nos plantean diferentes caminos y opciones, que nos obligan a tomar decisiones.
Algunas son intencionadamente planas como si fueran las sombras que proyectan los edificios y, así mismo, el fino grosor del hilo ayuda a dar la sensación de que en cualquier momento se pueden romper. Otras, realizadas con múltiples piezas ensambladas, hablan de una ciudad cambiante, siempre en movimiento, de arquitecturas temporales. El hecho de arriesgar o desafiar la solidez y la permanencia de las construcciones, igual que ocurre en la realidad, era uno de los objetivos.